En momentos de vitalidad
yo me sentía genial.
Podía hacer cuanto quisiera
y mis sueños realidad.
Cuando me invadió la adversidad
todo en mí cayó en la pasividad,
pero apareciste tú
y con tu grandeza mental
me apoyaste a recuperar mi seguridad.
Tu esencia es parte de una parte de la mía,
mi entusiasmo se ve incrementado
cada vez que pienso en ti,
y otra cosa no me hace sentir
más que como soy,
mejor de lo que nunca imaginé
que pudiera llegar a ser.
A pesar de la negatividad
y al sortear toda complejidad
tu recuerdo me insta sosiego
y una armoniosa serenidad.
Tu esencia es parte de una parte de la mía,
mi corazón irradia pureza,
la grandeza de mi enorme
y en ocasiones desmesurada humanidad.
Mi amor por ti es eterno e inmortal,
promovido por mi afán de superación personal.
Y mi corazón potente
consigo siempre te llevará.
Tu esencia es parte de una parte de la mía.